¿Te sentís cansado? ¿Todavía no pudiste tomarte vacaciones? Las exigencias de la vida moderna, el ritmo acelerado de la ciudad y las preocupaciones diarias afectan nuestros niveles de energía.

Así como tu teléfono celular se descarga diariamente y necesita una dosis renovada de batería, el cuerpo humano requiere de una carga periódica para mantener su vitalidad y entusiasmo. Te brindamos algunos consejos para cuidar tus fuentes de energía y vuelvas a sentirte pleno y alegre.

Cuidá tu alimentación: tiene un gran impacto en la calidad de tu mente y pensamientos. Comer la comida adecuada, en el momento correcto y la cantidad justa para tu cuerpo puede incrementar tu energía rápidamente. Hay alimentos que contienen más energía, como las verduras, frutas o semillas.

Descansá: no da igual dormir cuatro horas que diez. Los especialistas señalan que un buen descanso oscila entre las seis y ocho horas de sueño, dependiendo de cada persona. Y tené en cuenta que dormir de más puede ser contraproducente. También es importante que ese sueño sea por la noche, a fin de respetar el reloj biológico.

Ejercitate: realizá alguna actividad física que te guste y puedas sostener en el tiempo. Está comprobado que el ejercicio tiene grandes beneficios sobre nuestro estado mental y emocional. Al moverte, el cuerpo libera endorfinas que producen sensación de felicidad y tienen un efecto analgésico natural. Podés comenzar con una caminata diaria en el parque, el verde y la naturaleza van a potenciar el efecto de bienestar.

Realizá alguna actividad gratificante: siempre estamos enfocados en nuestras obligaciones diarias y nos olvidamos o relegamos aquellas actividades que nos dan placer. Destiná un ratito de tu día para sumarte a un taller, leé ese libro que tenés en la mesita de luz hace meses, bailá, cantá, las posibilidades son infinitas. No hay mayor fuente de energía que un estado feliz de la mente y eso solo depende de vos.

17/01/20