Comer bien no es solo una cuestión estética: es la base del bienestar físico y mental. Una alimentación equilibrada ayuda a mantener la energía, reforzar las defensas y mejorar el estado de ánimo, especialmente en épocas de mayor actividad o cambio de estación.
El secreto está en lo simple:
- Sumá verduras y frutas de temporada
- Incorporá legumbres
- Elegí cereales integrales
- Reducí los productos ultraprocesados
Pequeñas decisiones diarias —como planificar las comidas, moderar el azúcar y no saltearse el desayuno— pueden generar grandes cambios a largo plazo. Cuidar lo que comemos es una forma directa de cuidar nuestra salud.